El propósito inicial de este disco era poder oír las composiciones del viejo Bach interpretadas con un poco de swing -que es lo que hace falta a la mayoría de grabaciones contemporáneas de música clásica. Así que un buen día, el señor Gerald Seligman, harto de esperar a que alguien diera el paso, se dirigió al arreglista Henrique Cazes y le sugirió la idea de abordar tal posibilidad. Cazes es un compositor y arreglista especializado en choros, un tipo de música brasileña semi-clásica, nacida a mediados del siglo XIX, y que partía de minuetos y valses europeos a los que se adaptaron los ritmos y melodías brasileñas. Uno de sus compositores más destacados de este estilo musical fue Pixinguinha, y un consumado conocedor del estilo, Heitor Villa-Lobos.
Pues bien. Lo que empezó siendo un intento se convirtió al cabo de poco tiempo en una grabación memorable, que podemos considerar que es un pequeño hito en la historia de las grabaciones musicales. Estas piezas alternan conocidas melodías de Bach con choros brasileños, tomando prestados las unas de los otros, a través de maravillosos arreglos, lo mejor del espíritu de ambos lados: por una parte el lenguaje intemporal de Bach, y por la otra la viveza y la alegría de espíritu de la música brasileña. Y para no olvidarnos a nadie, mencionar la espléndida y aérea interpretación de la orquesta Camerata Brasil (básicamente formada por guitarras y mandolinas, que superan por todos lados a los clavicordios barrocos), que en esta ocasión se vistió de gala con 3 músicos invitados: un certero Lenadro Braga al piano, Paulo Sergio Santos con un dominio envidiable del clarinete y Ricardo Amado en el contorsionante y ágil violín.
Uno tiene que sacarse el sombrero ante esta grabación: no una, sino tres veces (si se quiere: por Bach, por Henrique Cazes, y por la Camerata Brasil -o sea, por las partituras, los arreglos y la interpretación). Uno casi puede ver el espíritu de Bach danzar encima del reproductor. Este es uno de estos discos que se pone en el aparato de música y que no se quita hasta pasadas dos o tres semanas.
(Nota para puristas: sólo la mitad de los temas son de Bach; el resto son composiciones de choros Brasileños. En ambos casos las piezas han estado adaptadas para este disco).
Pues bien. Lo que empezó siendo un intento se convirtió al cabo de poco tiempo en una grabación memorable, que podemos considerar que es un pequeño hito en la historia de las grabaciones musicales. Estas piezas alternan conocidas melodías de Bach con choros brasileños, tomando prestados las unas de los otros, a través de maravillosos arreglos, lo mejor del espíritu de ambos lados: por una parte el lenguaje intemporal de Bach, y por la otra la viveza y la alegría de espíritu de la música brasileña. Y para no olvidarnos a nadie, mencionar la espléndida y aérea interpretación de la orquesta Camerata Brasil (básicamente formada por guitarras y mandolinas, que superan por todos lados a los clavicordios barrocos), que en esta ocasión se vistió de gala con 3 músicos invitados: un certero Lenadro Braga al piano, Paulo Sergio Santos con un dominio envidiable del clarinete y Ricardo Amado en el contorsionante y ágil violín.
Uno tiene que sacarse el sombrero ante esta grabación: no una, sino tres veces (si se quiere: por Bach, por Henrique Cazes, y por la Camerata Brasil -o sea, por las partituras, los arreglos y la interpretación). Uno casi puede ver el espíritu de Bach danzar encima del reproductor. Este es uno de estos discos que se pone en el aparato de música y que no se quita hasta pasadas dos o tres semanas.
(Nota para puristas: sólo la mitad de los temas son de Bach; el resto son composiciones de choros Brasileños. En ambos casos las piezas han estado adaptadas para este disco).
Temas:
Solistas: Amado & Braga & Santos
Director: Henrique Cazes
Orquesta: Camerata Brasil
Instrumentos: Guitarras, mandolinas, violín, piano, clarinete
http://www.muscaria.com/bach_br.htm
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