Enviado por mmortera a través de Google Reader:
No sabría que canción elegir. Quizá Dolores. Me llega por el texto, tan hermoso, y la difícil sencillez de su melodía.
Recuerdo los paseos que nos dábamos, a principio de los ochenta. Era un hobre feliz, en esos años. Un músico respetado y querido por todo el mundo. Recuerdo que no paraba de hablar. Me gustaba escucharle, y aprender de él. Oigo sus discos, y me gusta recordarle. En un libro que estoy escribiendo, le dedico un poema.
En la época en la que empezamos a currar juntos Sabina y Viceversa, Hilario sacó un disco llamado "La mirada en el espejo" que nos impresionó mucho a todos. Hilario se reinventó y se convirtió en un artista admirado por mis amigos músicos y no músicos. Desde ese día empecé a mirarle con otros ojos.
Luego hicimos unos conciertos juntos en los que Hilario solía abrir plaza y Sabina solía cerrarla, como en el Conde Duque de Madrid. Siempre nos impresionó mucho la calidad de su banda (José Romero & co) y reconozco que había un pequeño pique de Viceversa al escuchar a semejante grupo.
Las canciones que más me impactaron siempre de Hilario están ambas en "La mirada en el espejo" y abren el disco. Se llaman "Final de viaje" y "Tú".
Creo que Hilario fue el primer artista que me echó un piropazo como músico ¡y yo siempre se lo agradeceré!
¿Mis favoritas? Pues te diría algunas de las más populares, como "Tristeza de amor", porque esta canción la escuchaba en televisión cuando era pequeño y me recuerda a mi infancia, y tiene una gran letra y una melodía preciosa. Otra de las clásicas, "Cuerpo de ola", porque tiene el "nosequé" extraño de las grandes canciones.
Sí, tuve ocasión de conocerle personalmente y estar algunas tardes en un local de ensayo que tenía detrás de gran vía donde pasaba los días y a donde acudían músicos para tocar con él en plan improvisación. De hecho, una vez tocamos juntos una canción mía. Y una noche vino a un concierto mío que daba yo en una pequeña sala de Madrid a verme y le saqué de invitado a cantar una canción (le pedí "cuerpo de ola" y me lo concedió). Fue hace muchos años, cuando yo empezaba, y un año antes de que falleciera. Era un tío muy humilde y sencillo. Desde aquí sólo decir: Grande Hilario.
CHEMA LARA
El primer recuerdo que tengo de Hilario son sus canciones. Aquellos veranos en el pueblo, tocando la guitarra y cantando las que me enseñaban los mayores, de él y de otros. Muchas de esas canciones, las que más me gustaban, eran y son de Hilario, y me acompañaron muchos veranos más, así como el resto de mis días.
Probablemente "Los cuatro luceros" o "Final de viaje", por la energía que tienen de recordarme aquellos buenos ratos con la pandilla. La primera la interpreté en el homenaje que se le hizo en Collado Villalba, conducido por mi amigo Carlos de Abuín, y presentado por Beatriz Pérez Otín y un tipo llamado Víctor Alfaro, aunque quizá me llegue un poco más "Final de viaje", no sólo por las palpitaciones sentimentales que me transmite, sino por su hermosa musicalidad y mensaje. La he versionado varias veces en directo (incluso con músicos que tuvieron la suerte de acompañar a Hilario en vida, de gira) y me sigo emocionando al interpretarla.
Tuve ocasión de asistir a la grabación, en la ya desaparecida sala "La Nave", del disco "En Concierto" (1997), producido por el gran José Antonio Romero. Cristina Narea, corista en aquel disco, tuvo el detallazo de invitarme. Lo disfruté enormemente, y todavía hoy, permanece presente en mi retina y oídos. En Clamores también le vi y charlé brevemente con él, quizá dos o tres veces más. Fue en esa sala, en un concierto en el que yo actuaba con músicos amigos suyos y compañeros de bolos, al que él se acercó, donde me presentaron al pequeñito grande HILARIO CAMACHO.
FRAN FERNÁNDEZ
Hilario Camacho cantó en el Festival del Zaidin de mi ciudad, Granada (1997), cuando yo aprendía a oir; mi padre sorprendido de ir con su hijo de 15 años a un concierto en el que cantaban Antonio Vega, Armando y el Expreso de Bohemia, Raúl Alcover e Hilario Camacho; a todos, en diversos momentos y años después, tuve la suerte de conocerlos. Con Hilario coincidí varias veces; fue jurado de un concurso en el que participé, de esos que nunca gano, aún hoy agradezco sus palabras en los camerinos "tenías que haber ganado tú…pero no he podido hacer nada…" Un tipo gris, como todo el que hace canciones, parece que al hacerlas nos viésemos metidos en una transición cromática que nos privase de colores mas allá de las canciones, volviéndonos por momentos taciturnos, como si vendiésemos el alma a la música. Con Hilario Camacho aprendí el Sol mayor para tocar Cuerpo de Ola y todavía cuando veo un taxi recuerdo "taxi! Sáqueme de aquí!, lléveme por la ruta del azar, dirección prohibida sin parar hasta el mar…" es el poder de las canciones, una forma de traspasar el consciente colectivo y hacerte presente a través de los años, eso es magia.
Ese alo de necesitar protección, ese aura musical con el que se hace invencible a través de los años.
No se cuan culpables son Hilario, Silvio, Carlos Goñi, Aute, Ismael y Quique de que esté dedicando mi vida a cantar, lo que si se es que sin uno solo de ellos, no lo estaría haciendo. Así que bendigo la música y a todos los que la hacen, y en especial en un día como hoy, a Hilario Camacho, a sus colores y a la capacidad de traspasar el tiempo y permanecer en al aire.
CARLOS DE ABUÍN
"El llanto del mundo es amor..." cantaba el sabio e inevitable cantautor madrileño en el mejor disco de toda su carrera; el extraordinario album titulado "De paso". "El llanto del mundo es amor..." cantamos dentro de nuestro corazón, todos los que le queríamos y admirábamos, que somos muchos, cuando se nos fué el poeta, el maestro, el amigo, hace ya cuatro años. Un llanto coral, pero, efectivamente, afectuoso y colmado de admiración por su obra y sobre todo por su personalidad: generosa y alejada de todo conflicto.
Para mi, Hilario, como para muchos, era ese referente eterno; era la voz concluyente,la voz de la pulida perfección; era el autor cabal, el compositor experto en aunar textos ajenos con una música exacta; el bardo capaz de formar el verso mas sencillo, hermoso y delicado...
En fin, van pasando los años desde su necia muerte (pocas hay que no lo sean) y de vez en cuando tropiezo con su numero de teléfono -que todavía no he borrado- en el móvil. Durante un momento, olvido que ya no está, y me atrapa el impulso de llamarle para aquella comida juntos que se nos quedó pendiente. Ay, si es que ya lo cantaste una vez tu, Hilario: "Alimento el vicio de soñar". Pues eso...
Muchas canciones de Hilario significan mucho para mi, pero si tuviera que escoger una, sería, sin duda "El agua en sus cabellos" gracias a la cual pude conocerle, y que él escucho una vez, y recuerdo que le gusto mi versión -dijo- porque yo la hacia distinta a él.
Vi en directo, si no me equivoco, dos veces a Hilario: una en la Sala Galileo Galilei, un gran concierto que no olvidaré porque fue la primera vez y recuerdo perfectamente que era agosto y me encantó. La segunda vez fue en la Casa de Cultura de Collado Villalba dentro del ciclo "Canciones al Filo". Fue un empeño personal conseguir que se contratara a Hilario (abría el concierto el cantautor diegoandres) y se le tratara de la mejor manera posible. Creo que despues de ese concierto dió solo uno o dos más; fue la última vez que le vi y hable con él.
RAFA MORA
Para mi Hilario Camacho es un exponente de la canción de autor y una referencia imprescindible para los que nos dedicamos al arte de urdir canciones. Lo que más me gusta de Hilario Camacho es la forma sencilla de transimitir historias cotidianas con una sensibilidad excepcional. Empezé a escucharle hace muchos años pero realmente con el disco con el que me enganchó fue su directo de 1997...Es verdaderamente impresionante y por supuesto altamente recomendable!!!
Con qué canción me quedo??? Pues es complicado elegir una, tal vez con "Oye niña", aunque tengo mi pequeña complicidad personal con "Final del viaje" desde hace muchos años.
Y no, por desgracia no pude verle en directo...aunque le conocí personalmente hace tiempo y estuvimos charlando sobre su disco recién editado LUNÁTICO VENENO, y me comentó que a él le gustaba mucho el disco en directo de 1997 pero que mucha gente no sabía ni que existía.
En fin, una referencia musical fundamental!!!
(...) mi camino se cruzó con el de Hilario, no recuerdo si por casualidad o por algún amigo común que nos presentó. Yo ya sentía admiración por él, sus bellas canciones y sus grandes recursos como cantante, y quiso el azar que yo estuviera interpretando una de mis primeras –e ingenuas- composiciones de un marcado estilo pop; su título no lo he olvidado: "Crimen Pasional". Recuerdo que se acercó y me preguntó si la había compuesto yo, y ante la respuesta afirmativa manifestó que le sorprendía, que era distinta y original y que le gustaba la melodía y la manera en que la acompañaba con la guitarra.
Ese fue el comienzo de una relación cercana e intensa y muy enriquecedora para mí. Con Hilario Camacho hice giras, fui el líder de su banda de directo, hice arreglos y producción de la banda sonora de la serie "Gran Ciudad" y también del álbum del mismo nombre que le siguió. Incluso quiso cantar un tema mío en dicho álbum, lo cual siempre me enorgulleció viniendo de un gran compositor como él.
Hilario fue un gran músico, un músico total: vocalista excepcional, compositor de talento, letrista incomparable, buen guitarrista, arreglista… aprendí mucho con él y de él y aún hoy noto su influencia en mi manera de hacer música.De su carácter se ha escrito mucho: independiente hasta el final, jamás hizo concesiones y su etiqueta de artista "maldito" le ha sobrevivido. Renunció al éxito multitudinario que sin duda merecía y por tanto a la recompensa social y económica. Muchos comprendimos y respetamos su actitud. Nuestros caminos se separaron, sólo lo vi unas pocas veces en los noventa y después no volvimos a encontrarnos. La noticia de su muerte me cogió con la guitarra en la mano e imaginando una canción; seguí en ello: pensé que sería el mejor homenaje para un gran artista que perdurará en nuestra memoria.
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Antes de terminar este humilde homenaje a Hilario Camacho, quiero dar las gracias a Laura Martín, que está movilizando a través de facebook a todos los seguidores de Hilario para mantener viva su memoria y sobre todo sus canciones. He reservado para el final un artículo escrito por el cantautor sevillano Manuel Cuesta que podría aparecer perfectamente en cualquier periódico y que me parece hermosisísimo para terminar este homenaje a Hilario:
MANUEL CUESTA
EL PESO DEL MUNDO ES AMOR
Me gusta pensar que a Hilario Camacho le invitaron a la clausura del Festival de Cine de Málaga en 2003 que se cerró con el segundo largometraje de Antonio Cuadri, Eres mi héroe. En los créditos de inicio del filme, cuando el protagonista está llegando a la vida, suena su canción "El peso del mundo" ("El peso del mundo es amor/ Bajo el caos de soledad/ Bajo el caos de insatisfacción/ el peso que llevamos es amor".), esa canción fue publicada en su disco "De Paso" en 1975. (El año en que yo nací, año de cambios políticos, no hace falta dar muchas explicaciones)
Eres mi héroe, es una película que en su día pasó prácticamente desapercibida y cuenta la historia de Ramón (Manuel Lozano) un chaval de trece años al que le toca vivir en la Sevilla de 1976. Un muchacho que sufre cambios continuos de ciudad debido a los traslados laborales de su padre, esta vez, se enfrenta a la edad más difícil, la adolescencia; los cambios físicos, pero también los cambios políticos que sufría España como telón de fondo.
Incluir "El peso del mundo" en una película con este argumento sin dudafue todo un acierto bien medido y calculado, Hilario Camacho grabó este tema de puro rock progresivo basándose en el poema "Aullido" (Howl, censurado durante un tiempo en Estados Unidos) del poeta Allen Ginsberg, muy querido por Bob Dylan, y que fue contemporáneo de poetas como Gregory Corso, Jack Kerouac y William Burroughs. Todos ellos formaban parte de la Generación Beat, aquellos poetas que defendían sobre todo la Libertad y la autenticidad.
Seguro que Hilario Camacho además de leer a Ginsberg tenía en las estanterías de su biblioteca libros de Walt Whitman y William Blake, y que en aquellos años de transición democrática en España cuando grabó "De paso", cuando murió Franco, cantaba a ese Nuevo Mundo que reclamó Ginsberg. "El peso del mundo" suena al mejor Rock andaluz de los Smash, suena a Triana, y por supuesto, recibe influencias de grupos legendarios a nivel internacional como King Crimson, Jethro Tull y Supertramp. Una verdadera joya. La voz de Hilario aporta a este estilo una sonoridad bucólica, creo que él supo como nadie introducir en él rock progresivo tintes de folk con guitarras eléctricas y sonidos llegados del Jazz y el Blues.
Una etapa de mi vida está marcada por "El peso del mundo" y por la película Eres mi héroe, después de verla en el Cine de Verano de la Diputación de Sevilla tuve que tomar serias decisiones en mi vida que me hicieron cambiar el rumbo de mi destino, como el protagonista, Ramón, ansío algún día volver a Sevilla. Si algún día veis esa película lo entenderéis.
Y a Hilario Camacho lo pude ver por casualidad, como no podía ser de otra forma, en La Carbonería en Sevilla. El cantautor madrileño vino a presentar su disco "Lunático veneno" a la Sala Grande. Ese concierto lo disfruté al lado de mi buen amigo Alfonso del Valle, para él, Hilario es también uno de sus referentes en su trayectoria musical y recuerdo que fue una noche muy especial, una delicia de concierto en acústico, directo y cercano.
Me gusta pensar que a Hilario Camacho le invitaron a la clausura del Festival de Cine de Málaga en 2003 y que se emocionó tanto como yo al escuchar su canción entre las primeras luces psicodélicas de Eres mi héroe, y que ése fuese el comienzo de una bella historia sobre la amistad y sobre los cambios de la transición política en España.
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